Lời bài hát: Joaquin Sabina. Diario De Un Peatón. Ay Calitxo.
:
(Joaquin Sabina - Antonio Oliver - Alejo Stivel)
?Ay, Calixto! ?Ay, Calixto:
sin tabaco y sin parne,
ay Calixto, ay Calixto,
por culpa de una mujer!
Aqui donde usted me ve,
descangayado, fane
y sin afeitar,
yo era un hijo de papa
de casa bien.
Lucia como un "gentelman"
ternos de "tweed"
a medida,
fular,
chofer,
pedigri,
"savoir faire",
mujer
querida,
elegancia natural
y el acta de diputado
mas votado
del Partido Popular.
El caso es que mi senora
un seis de junio
alumbro
un Conde de Algora
junior
al que pusimos "Calixto,
tal que su progenitor".
Y como para nacer
de noble cuna,
crecer,
ser de la tuna
y casarse
no hay que pasarse
de listo
hasta Calixto,
que en cuanto
a encanto
viril
tenia tanto
"sex-appeal"
como Manolo "el del bombo"
tras el quilombo
sorpresa
que son las bodas
de moda,
volvio de luna de miel
con un pastel
de frambuesa
que te miraba
y cortaba
el hipo
y la mayonesa
con ese tipo:
su vacunita
en el brazo,
dieciocho anitos
y esos malditos
ojazos
de gata
en celo
y aquella mata
de pelo
como una hoguera
y unas pestanas
con telaranas
de terciopelo
y esas caderas
que estaban hechas para pecar
por las escaleras,
para ensenarle el pajar,
para esperar en la era,
para mancharle el vestido,
para cantarle al oido:
"reloj no marques las horas"
para quitarse el sombrero.
Caballero, que senora.
Caballero, que senora.
Caballero: ?que senora...!
?Ay, Calixto, ay, Calixto:
quien te ha visto y quien te ve!
?Ay Calixto, ay Calixto,
por culpa de una mujer!
Para colmo mi Calixto
por lo visto
no le sobraba
aficion
como varon:
toreaba
fuera de cacho,
no se apretaba
los machos,
ni se gustaba,
ni se cruzaba,
ni paraba,
ni mandaba,
ni templaba,
ni remataba
faena
y no le daba
a su nena
la alegria
macarena
que el cuerpo de esa morena
sin alma necesitaba.
Conque una noche
que no quisimos ir retrasando mas
paso lo que sabiamos
que iba a pasar...
Dejando el coche,
camina que te camina,
mas que felices
tirandole a las perdices
sin carabina,
yo pense: "... Y ?por que no?".
Y ella, muerta
de risa,
dejando abierta la veda
de su camisa
de seda:
"?Date prisa,
(me apuro)
que queda
solo un boton...!".
?Ay, Calixto, ay, Calixto:
quien te ha visto y quien te ve!
?Ay, Calixto: que conflicto,
por culpa de una mujer!
Lo violento
fue que, en pleno
ayuntamiento
carnal,
llego el bueno
de Calixto
con los ojos como faros
y, al vernos con tal
descaro
de cubito
horizontal
pasarnos al grupo mixto,
armo la de Dios es Cristo
antes de echarse a llorar
y terminar
con su vida de un disparo
mortal de necesidad.
Me hubiera dado
lo mismo
arrastrar el sambenito
de un sotano
en el abismo
si el cuerpazo del delito
de la chiquilla
que sale en mis pesadillas
de enamorado
hubiera estado
a mi lado.
Pero apenas enterrado
y caliente
aun el cadaver
del marido,
cerro el pasado
con llave,
busco un pendiente
perdido
por los bolsillos
de mi chaqueta,
guardo el cepillo
de dientes
en su maleta
"Vuitton"
y se libro de mi asedio
poniendo tierra por medio
entre su tedio y mi fuego,
entre mi siempre y su luego,
entre su ego y mi yo.
?Ay, Calixto, ay, Calixto:
quien te ha visto y quien te ve!
?Tu, que eras tan listo
cuando te hablaban de usted!
?Ay, Calixto, ay Calixto,
la sonrisa del PP:
te echaron del grupo mixto,
te quitaron el carne!
Rode como el peor de los trotamundos
por un submundo
de yonquis y de busconas
hasta que,
un siglo despues,
cuando las olimpiadas de Barcelona,
en la estacion del metro de Urquinaona
choque con una persona
y se le cayo un pendiente
que yo conocia muy bien.
Se lo alcance torpemente
y cuando ella, indiferente,
dijo "Thank you",
la mire...
Y si, seguia siendo tan bella
que solo podia ser ella:
la mujer
que yo queria,
por la que me consumia,
a la que tanto busque...
Y, sin embargo, aquel dia
-no me pregunten por que-
ni siquiera la llame.
Puede parecerles tonto
pero, de pronto,
no la vi tan diferente,
confundida con la gente
que, impaciente,
en el anden
una manana cualquiera
de un lunes de primavera
estaba esperando el tren,
estaba esperando el tren...
(Joaquin Sabina - Antonio Oliver - Alejo Stivel)
?Ay, Calixto! ?Ay, Calixto:
sin tabaco y sin parne,
ay Calixto, ay Calixto,
por culpa de una mujer!
Aqui donde usted me ve,
descangayado, fane
y sin afeitar,
yo era un hijo de papa
de casa bien.
Lucia como un "gentelman"
ternos de "tweed"
a medida,
fular,
chofer,
pedigri,
"savoir faire",
mujer
querida,
elegancia natural
y el acta de diputado
mas votado
del Partido Popular.
El caso es que mi senora
un seis de junio
alumbro
un Conde de Algora
junior
al que pusimos "Calixto,
tal que su progenitor".
Y como para nacer
de noble cuna,
crecer,
ser de la tuna
y casarse
no hay que pasarse
de listo
hasta Calixto,
que en cuanto
a encanto
viril
tenia tanto
"sex-appeal"
como Manolo "el del bombo"
tras el quilombo
sorpresa
que son las bodas
de moda,
volvio de luna de miel
con un pastel
de frambuesa
que te miraba
y cortaba
el hipo
y la mayonesa
con ese tipo:
su vacunita
en el brazo,
dieciocho anitos
y esos malditos
ojazos
de gata
en celo
y aquella mata
de pelo
como una hoguera
y unas pestanas
con telaranas
de terciopelo
y esas caderas
que estaban hechas para pecar
por las escaleras,
para ensenarle el pajar,
para esperar en la era,
para mancharle el vestido,
para cantarle al oido:
"reloj no marques las horas"
para quitarse el sombrero.
Caballero, que senora.
Caballero, que senora.
Caballero: ?que senora...!
?Ay, Calixto, ay, Calixto:
quien te ha visto y quien te ve!
?Ay Calixto, ay Calixto,
por culpa de una mujer!
Para colmo mi Calixto
por lo visto
no le sobraba
aficion
como varon:
toreaba
fuera de cacho,
no se apretaba
los machos,
ni se gustaba,
ni se cruzaba,
ni paraba,
ni mandaba,
ni templaba,
ni remataba
faena
y no le daba
a su nena
la alegria
macarena
que el cuerpo de esa morena
sin alma necesitaba.
Conque una noche
que no quisimos ir retrasando mas
paso lo que sabiamos
que iba a pasar...
Dejando el coche,
camina que te camina,
mas que felices
tirandole a las perdices
sin carabina,
yo pense: "... Y ?por que no?".
Y ella, muerta
de risa,
dejando abierta la veda
de su camisa
de seda:
"?Date prisa,
(me apuro)
que queda
solo un boton...!".
?Ay, Calixto, ay, Calixto:
quien te ha visto y quien te ve!
?Ay, Calixto: que conflicto,
por culpa de una mujer!
Lo violento
fue que, en pleno
ayuntamiento
carnal,
llego el bueno
de Calixto
con los ojos como faros
y, al vernos con tal
descaro
de cubito
horizontal
pasarnos al grupo mixto,
armo la de Dios es Cristo
antes de echarse a llorar
y terminar
con su vida de un disparo
mortal de necesidad.
Me hubiera dado
lo mismo
arrastrar el sambenito
de un sotano
en el abismo
si el cuerpazo del delito
de la chiquilla
que sale en mis pesadillas
de enamorado
hubiera estado
a mi lado.
Pero apenas enterrado
y caliente
aun el cadaver
del marido,
cerro el pasado
con llave,
busco un pendiente
perdido
por los bolsillos
de mi chaqueta,
guardo el cepillo
de dientes
en su maleta
"Vuitton"
y se libro de mi asedio
poniendo tierra por medio
entre su tedio y mi fuego,
entre mi siempre y su luego,
entre su ego y mi yo.
?Ay, Calixto, ay, Calixto:
quien te ha visto y quien te ve!
?Tu, que eras tan listo
cuando te hablaban de usted!
?Ay, Calixto, ay Calixto,
la sonrisa del PP:
te echaron del grupo mixto,
te quitaron el carne!
Rode como el peor de los trotamundos
por un submundo
de yonquis y de busconas
hasta que,
un siglo despues,
cuando las olimpiadas de Barcelona,
en la estacion del metro de Urquinaona
choque con una persona
y se le cayo un pendiente
que yo conocia muy bien.
Se lo alcance torpemente
y cuando ella, indiferente,
dijo "Thank you",
la mire...
Y si, seguia siendo tan bella
que solo podia ser ella:
la mujer
que yo queria,
por la que me consumia,
a la que tanto busque...
Y, sin embargo, aquel dia
-no me pregunten por que-
ni siquiera la llame.
Puede parecerles tonto
pero, de pronto,
no la vi tan diferente,
confundida con la gente
que, impaciente,
en el anden
una manana cualquiera
de un lunes de primavera
estaba esperando el tren,
estaba esperando el tren...
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